Este tratamiento combina dos procesos diseñados para mejorar el cuidado básico de la piel: un peeling químico superficial seguido de la aplicación de un cóctel de vitaminas. Ambos procedimientos son personalizados según las características individuales de cada paciente.
La elección del tipo de peeling y la composición del cóctel de vitaminas se determina tras evaluar el estado de la piel y las necesidades específicas de cada persona. Este tratamiento es adecuado para distintos tipos de piel, incluyendo aquellas con características sensibles o con tendencia a presentar condiciones como rosácea o acné, siempre bajo la valoración de un profesional cualificado.